¿Cuál es la función de los almidones?

Las plantas almacenan la mayor parte de sus almidones comestibles en sus semillas y raíces.
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Los almidones son cadenas de moléculas de glucosa que las plantas crean para almacenar energía para uso futuro. Cuando comes alimentos ricos en almidón, como las papas, granos, frijoles y batatas, recibirás el mismo potencial energético para tus propias células. Esta energía mantiene los latidos de tu corazón, el funcionamiento del cerebro y los músculos en movimiento. Sin almidones, tu cuerpo requeriría de una cantidad excesiva de azúcares simples, como la fructosa y la sacarosa, que entran rápidamente en el torrente sanguíneo en lugar de ser liberados lentamente para un suministro de energía constante.

Energía celular

El único azúcar que tus células pueden utilizar es la glucosa, que es el componente clave de los almidones. Es el combustible de elección para la mayor parte de tu cuerpo y es la forma más fácil de metabolizar la energía. Los almidones se descomponen en azúcares simples en el intestino delgado y viajan a través del torrente sanguíneo a las células, que entran con la ayuda de la insulina. Una vez dentro, o bien se almacena como glucógeno para uso posterior o se convierte en ATP, que es la molécula de energía que tus células necesitan para funcionar.

Función cerebral

Los almidones son aún más importantes para las células del cerebro de lo que son para el resto de tu cuerpo. Aunque todas las células prefieren la glucosa, las células fuera del cerebro también pueden metabolizar las proteínas y los ácidos grasos. Estas moléculas no pueden pasar hacia tu cerebro, dejando glucosa como única fuente de energía. Según el Instituto Franklin, las células del cerebro también necesitan el doble de energía que las demás, lo que hace que los almidones sean esenciales para su funcionamiento. Demasiados azúcares simples, como los que se encuentran en frutas y alimentos azucarados, pueden provocar un alza de azúcar en sangre, lo que provoca que tu insulina elimine el exceso y almace el resto para uso posterior. Cuando el azúcar disponible cae, tu cuerpo debe sacar esta glucosa de almacenamiento, un proceso que consume tiempo que disminuye temporalmente la glucosa disponible para el cerebro. Los almidones liberan sus moléculas de glucosa más lentamente, proporcionando un suministro constante, pero no insoportable, de energía.

Metabolismo de proteínas y ácidos grasos

Según SparkNotes.com, tu cuerpo sólo puede almacenar el valor diario de glucosa en el hígado. Cuando éste se agota, debe descomponer las proteínas y las grasas. A veces esto es beneficioso, especialmente si una persona tiene sobrepeso. Sin embargo, si se consumen demasiadas proteínas y grasas, no pueden realizar sus funciones principales, que se relacionan con la construcción de músculos, enzimas y anticuerpos. También toman más tiempo y energía para metabolizar, lo que puede crear una escasez de energía. Tu cuerpo dejará de funcionar correctamente y tu mente comenzará a decaer. Los almidones permiten que las proteínas y ácidos grasos sirvan a sus fines previstos, lo que te hace más saludable mientras te da más energía.

Fibra dietética

Según la Red de Educación de Utah, los azúcares simples no suelen proporcionar cualquier fibra a tu cuerpo. Sin embargo, los almidones se encuentran a menudo junto con esta parte no digerible, pero esencial de tu dieta. De acuerdo con MayoClinic.com, la fibra dietética ayuda a retardar el paso de los alimentos a través de tu sistema digestivo, lo que mantiene los niveles de glucosa estables y puede reducir tu riesgo de diabetes. También mantiene los intestinos limpios y los movimientos intestinales regulares. La fibra soluble, que se encuentra en los alimentos ricos en almidón, como los frijoles y la avena, también puede ayudar a reducir el colesterol LDL, lo que lleva a un corazón más sano.

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